EARTHING day 11:
🌰 ACCIÓN: Basa la alimentación del día en el consumo de fruta y frutos secos, adaptándolo a tu gasto calórico. Haz alguna actividad cardiovascular más intensa (correr, cacos, bici).
🥜 REACCIÓN: Nuestros antepasados no tenían nevera con una inmensa variedad de alimentos disponibles 365 días al año. Hoy en día, cuando no hay fruta de temporada, la importamos de otro país, rompiendo el ciclo de cuándo comer determinados alimentos según la latitud donde nos encontremos y donde nuestros genes se adaptaron.
Por eso la mejor fruta que puedes comer es la autóctona y además de temporada. La propia naturaleza cicla los periodos donde es más lógico comer fruta con sus altos contenidos en carbohidratos (meses de calor), con los que es más beneficioso ingerir más grasas (meses de frío). Según te encuentres en uno u otro, dedica ese día a que tu alimentación esté basada en ellos o en ambos. Recuerda que no pasa nada por tener hambre un día o por comer un único alimento o incluso no comer, ya que estamos más que preparados para ello. Si un teléfono móvil no pudiera estar desconectado de la red eléctrica no llevaría batería, ¿no?
Calcula tu gasto calórico basal multiplicando tu peso por 24 si eres hombre o 22 si eres mujer y conviértelo a peso en frutos secos (aproximadamente dividir entre 7). Si quieres ser más preciso o sumar actividad física, usa la fórmula de Harris-Benedict.
Por ejemplo, mis 1920kCal serían 274g a comer en todo el día, de los cuales cambiaría algunos de ellos por frutas, especialmente en los meses más cálidos.
La conversión a gramos de frutas sería multiplicar por 7. Si quito 74g y los paso a peso de fruta, son 518g.
Los frutos secos tienen grandes cantidades de minerales y vitaminas y son ricos en grasas saludables que se han demostrado cardioprotectoras, además de ser fuentes de proteína vegetal y fibra, cuyos efectos saciantes ayudan a controlar el apetito. Pero no te engañes, los frutos secos no harán que pierdas peso ni son un milagro, aunque sí mejorarán tu flexibilidad metabólica y son un primer paso para comer lo que quieras y no lo que tu cerebro te pida, al tener control sobre el hambre y los antojos.
Primero controla el hambre, y luego podrás controlar lo que comes.
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