La iniciativa surge de la necesidad de frenar con la vorágine de avances tecnológicos que desconectan al ser humano del Planeta Tierra. Leído así parece sectario y conspiratorio, ¿verdad? ¿Te parece mejor un mundo donde vamos en patinete eléctrico mirando una pantalla de móvil que nos bombardea de series Netflix una tras otra, para llegar a casa y ver más series hasta la una de la madrugada para que otra vez el móvil te despierte para ir al trabajo en coche a ponerte frente a una pantalla de ordenador?
La pregunta ha quedado muy larga, mejor la replanteamos… ¿es normal ir al gimnasio en coche para caminar 30’ en cinta y comerte una barrita energética? ¿Lo comparas con caminar o correr por un prado al sol y comer una naranja de un árbol?
Si no lo has hecho hace mucho tiempo (o nunca) es normal que no lo puedas comparar. Pero no sólo “hay algo de bello” en la actividad en la naturaleza, también hay mucha ciencia y mucha salud. Hace no demasiados años, menos de 100 (y no olvidemos que, en el genoma humano, 10.000 años son un parpadeo) vivíamos sin tele, sólo algunas casas tenían electricidad y la vida era rural. No había una máquina para cada tarea. La actividad física no era una elección.
En esa época se pasaba tiempo a la intemperie, el frío mejoraba nuestra capacidad para producir calor de forma autógena, aumentando la cantidad de tejido adiposo marrón, rico en mitocondrias y en proteína UCP-1. El sol regulaba nuestros ritmos circadianos, nuestro balance hormonal y nuestra calidad de sueño, que se refleja positivamente en la salud mental, memoria y otros parámetros psicobiológicos. El aire era puro y libre de agentes contaminantes. El contacto continuo con la tierra con manos y pies nos hacía hábiles, el trabajo con brazos y piernas nos hacía fuertes. La comida natural nos hacía resistentes.
Creemos que la vida actual nos ayuda mucho, ahora tenemos medicamentos que “curan” enfermedades provocando otras. Tenemos alimentos ultraprocesados que llenan de plásticos el mar y nutren menos pero hacen ganar dinero a las grandes empresas. Tenemos móviles que nos recuerdan todo para que no haya que pensar, y una infinidad de medios de transporte para que no tengamos que movernos. No se vosotros, pero a mí me recuerda a la película de Wall-e.
Earthing es ENTRENAR, con, en, cuidando La Tierra.
No hay una única forma, ni es vender un sistema. Todo bajo esa premisa está bien. Pero podemos enseñarte a hacerlo. Si quieres saber más, quédate. Quizá podamos usar el móvil para cambiar y usar menos el móvil.
¿Lo compartes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario