Día 25

Juanjo Martínez / undefined 20, 2019


EARTHING day 25:

🤬 ACCIÓN: Hoy evita quejarte, trata de hablar a todo el mundo en positivo. Cuando te hablen de algo negativo, gira la tortilla y conviértelo, o al menos relativízalo. Enseña tu fuerza interior. Si el primer día no te sale, tranquilo. Esto también se entrena.


🐴 REACCIÓN: Relativizar es modular la importancia o el valor. Sin duda hay sucesos que son tragedias absolutas donde no hay mango para coger sin quemarse, pero hay otros eventos que tendemos a valorar negativamente, como perder el autobús, que haya un atasco, o incluso que haga calor… (qué mala suerte, he perdido el autobús y en verano hace calor…) y convertir en queja para poder soltársela a alguien y “descargarnos”. Merece la pena leer la parábola taoísta acerca de la buena o la mala suerte.

Un granjero y su hijo tenían un único caballo para ayudarles, y ese caballo un día se escapa. Su vecino, pretendiendo consolarles, les dice: “Lo siento mucho, ¡qué mala suerte!”. A lo que el granjero le contesta: “A lo mejor sí, a lo mejor no. Ya veremos."
Unos días más tarde el caballo vuelve a la granja y trae con él una docena de caballos salvajes. Por lo que el vecino se apresura a decir: “Enhorabuena, ¡esto si que es buena suerte!”. A lo que el granjero le contesta: “A lo mejor sí, a lo mejor no. Ya veremos.”
Al poco tiempo el hijo se cae y se rompe una pierna intentando domar a los caballos. Por lo que el vecino les dice: “Vaya, lo siento mucho, ¡esto sí que es mala suerte!”. A lo que el granjero le contesta: “A lo mejor sí, a lo mejor no. Ya veremos.”
Al día siguiente aparecen los militares en el pueblo para reclutar a todos los hombres jóvenes para ir a una muerte segura en la guerra, pero el hijo no es reclutado por tener la pierna rota. El vecino solo puede exclamar: “Toma ya, ¡esto si que es buena suerte!”. A lo que el granjero le contesta: “A lo mejor sí, a lo mejor no. Ya veremos.”

Como vemos en el gráfico, el vecino es como la vida, pasa de la pura alegría al puro desánimo con un solo evento. En cambio, nosotros deberíamos aspirar a ser como el granjero, capaces de mantener la calma ante los vaivenes del entorno y saber que, aunque haya situaciones que momentáneamente nos puedan hundir o hacernos emocionar, siempre hay que verlas a largo plazo.

Seguramente cada uno sacará una moraleja distinta, pero la principal es que ningún suceso puede juzgarse como negativo o positivo en sí mismo, solo el tiempo lo dirá. El tiempo y nuestra actitud.


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